Ser madre es una de las tareas más difíciles y a la vez más gratificantes de la vida, pero la maternidad es tan demandante, que es fácil perderse en la rutina diaria y olvidarse de los propios intereses y necesidades.

En este artículo quiero compartir contigo la importancia que tiene el no descuidar el cuidado de tu salud mental aunque seas madre y tengas muchas responsabilidades en el día.

¿Qué es la salud mental? 
La salud mental es la capacidad de afrontar los desafíos y tensiones de la vida, y de tener relaciones saludables y positivas. Lo que la convierte en algo fundamental para el bienestar de una persona y, como madre, es esencial para garantizar una vida saludable y feliz para ti y tu familia. Si tu estás bien, puedes brindar amor y apoyo a tus hijos de manera más efectiva y estar presentes para ellos en todo momento.

¿Cómo impacta la salud mental de la madre en los hijos? 

El cuidado de tu salud mental también impacta positivamente a tus hijos, convirtiendote en un modelo de hábitos positivos, enseñándoles desde el ejemplo la importancia del cuidado de la salud mental. También puedes ayudarlos a desarrollar habilidades emocionales saludables y a resolver conflictos de manera más efectiva.

La falta de tiempo, la fatiga, la presión social y la falta de apoyo pueden llevarte a la ansiedad, la depresión y otros problemas de salud mental.

Por eso, es importante que te tomes el tiempo para cuidar de ti misma, te comparto una lista con algunas cosas que puedes hacer para cuidar de tu salud mental siendo madre:

• Establecer relaciones saludables y positivas con otras personas puede ayudarte a mejorar tu bienestar emocional y a fortalecer tu autoestima, lo que a su vez puede tener un impacto positivo en tu vida y en la de tus hijos.

• Practicar la meditación o el yoga para reducir el estrés y mejorar tu salud mental.

• Buscar ayuda profesional si te sientes abrumada y sola en el proceso.

• Unirte a una comunidad de mamás, con amigas o grupos de terapia con mujeres que estén pasando por lo mismo que tú.

• Hacer ejercicio regularmente para mejorar tu bienestar físico y mental.

• Tomarte un tiempo para descansar y recargar energías sin sentirte culpable.

• Practicar la gratitud y centrarre en las cosas positivas y celebrar tus logros diarios como madre.

Gracias por leer este artículo, espero que algo te lleves y puedas aplicar en tu vida. Para finalizar solo quiero recordarte que la perfección no existe y que está bien pedir ayuda y delegar tareas. No es un signo de debilidad, sino una forma de cuidar tu salud mental y física.
Eres madre, pero primero eres un ser humano que también necesita mucho de ti, cuídate.