Es posible que el ir al psicólogo no sea una decisión sencilla de tomar porque conlleva muchas veces luchar con tus propios prejuicios y creencias, te cuestionas si realmente es necesario, si estás exagerando o que dirán las personas de tu entorno.
No tiene que ocurrirte un suceso traumático o algo especialmente grave. En realidad, existe una gran variedad de motivos para hacerlo. Te mencionaré algunos de los más comunes:
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